¡LA VERDADERA HISTORIA DE LOS TRES CERDITOS!
Por S. LOBO
Según se la contaron a Jon Scieszka
Las imágenes que aparecen pertenecen al libro ¡La verdadera historia de los tres cerditos! de Jon Scieszka y Lane Smith
Las imágenes que aparecen pertenecen al libro ¡La verdadera historia de los tres cerditos! de Jon Scieszka y Lane Smith
Seguro que todos conocen el cuento de Los tres cerditos. O al menos creen que lo conocen. Pero les voy a contar un secreto. Nadie conoce la verdadera historia, porque nadie ha escuchado mi versión del cuento.
No sé cómo empezó todo este asunto del lobo feroz, pero es todo un invento.
A lo mejor, el problema es lo que comemos.
Y bueno, no es mi culpa que los lobos coman animalitos tiernos, tales como conejitos, ovejas y cerdos. Así es como somos. Si las hamburguesas con queso fueran tiernas, la gente pensaría que ustedes son feroces, también.
Pero, como les decía, todo este asunto del lobo feroz es un invento.
La verdadera historia es la de un estornudo y una taza de azúcar.
ESTA ES LA VERDADERA HISTORIA.
Hace mucho, en el tiempo de "Había una vez", yo estaba preparando una torta de cumpleaños para mi querida abuelita.
Tenía un resfriado terrible.
Me quedé sin azúcar.
De manera que caminé hasta la casa de mi vecino para pedirle una taza de azúcar.
Pues bien, resulta que este vecino era un cerdito. Y además, no era demasiado listo, que digamos. Había construido toda su casa de paja. ¿Se imaginan? ¿Quién con dos dedos de frente construiría una casa de paja?
Desde luego, tan pronto como toqué a la puerta, se derrumbó. Yo no quería meterme en la casa de alguien así como así. Por eso llamé:
-Cerdito, Cerdito, ¿estás en casa?
Nadie respondió. Estaba a punto de regresar a mi casa sin la taza de azúcar para la torta de cumpleaños de mi querida abuelita.
Entonces me empezó a picar la nariz.
Sentí que iba a estornudar.
Soplé.
Y resoplé.
¿Y saben lo qué pasó? La dichosa casa de paja se vino abajo. Y allí, en medio del montón de paja, estaba el primer cerdito, bien muertecito. Había estado en la casa todo el tiempo.
Me pareció una lástima dejar una buena cena de jamón tirada sobre la paja. Por eso me lo comí.
Me sentí un poco mejor. Pero todavía me faltaba mi taza de azúcar.
De manera que me dirigí a la casa del siguiente vecino.
Este vecino era el hermano del primer cerdito.
Era un poco más inteligente, pero no mucho.
Había construido su casa con palos de madera.
Toqué el timbre en la casa de madera.
Nadie contestó.
Llamé¨-Señor Cerdo, señor Cerdo, ¿está usted ahí?
Me contestó a los gritos: -Vete lobo. No puedes entrar. Me estoy afeitando el hocico.
Apenas había puesto mi mano en el picaporte de la puerta cuando sentí que venía otro estornudo.
Soplé. Y resoplé. Y traté de taparme la boca, pero lancé tremendo estornudo.
Y no lo van a creer, pero la casa de este individuo también se vino abajo como la de su hermano.
Cuando el polvo se disipó, allí estaba el segundo cerdito -bien muertecito. Palabra de lobo.
No necesito recordarles que la comida se echa a perder si se la deja al aire libre. Por eso hice lo único que podía hacerse. Cené otra vez.
¿Acaso ustedes no se hubieran comido otra hamburguesa con queso?
Me empecé a sentir horriblemente lleno. Pero estaba mejor del resfriado. Y todavía no había conseguido esa taza de azúcar para lo torta de cumpleaños de mi querida abuelita.
De manera que me dirigí a la siguiente casa.
Resultó ser el hermano del primer y segundo cerdito.
Toqué en la casa de ladrillos. Nadie contestó.
Llamé: -Señor Cerdo, señor Cerdo, ¿está usted ahí?
¿Y saben lo que me contestó este puerquito grosero?
-¡Fuera de aquí, Lobo! ¡No me molestes más!
¡Vaya falta de modales!
Probablemente tenía un saco lleno de azúcar.
Y ni siquiera quería darme una tacita para la torta de mi querida abuelita.
¡Qué cerdo!
Estaba a punto de regresar a casa y quizás hacer una tarjeta de cumpleaños en vez de una torta, cuando sentí nuevamente mi resfriado.
Soplé.
Y resoplé.
Y estornudé una vez más.
Entonces el tercer cerdito gritó:
-¡Y que tu querida abuelita se siente en un alfiler!
Normalmente soy un tipo muy tranquilo. Pero cuando alguien habla así de mi querida abuelita, pierdo un poquito la cabeza.
Por supuesto, cuando llegó la policía, yo estaba tratando de tumbar la puerta del cerdito. Y en todo el tiempo, seguí soplando, resoplando, estornudando, armando un verdadero escándalo.
El resto, como dicen, es historia.
Los periodistas se enteraron de los dos cerditos que había cenado. Pensaron que la historia de un pobre enfermo que iba a pedir una taza de azúcar no era muy interesante.
Y me convirtieron en el lobo feroz.
Eso es todo.
La verdadera historia. Me hicieron trampa.
Que genial me encanto esta version, mucho mas que la version de los cerditos!!!!
ResponderEliminarSiiii
Eliminarmmmmm que estres estos tres cerditos
ResponderEliminarHola, he descubiertos tu blog buscando este libro. Me hago seguidora, también soy maestra de música en primaria. Me gusta y comparto lo que dices de que cada día se aprende algo de los alumnos. Un saludo.
ResponderEliminargracias esta muy bueno el libro
ResponderEliminaresta súper buena esta versión, me encanto...
ResponderEliminarCual es el punto de vista del lobo???
ResponderEliminarMe das una taza de azucar aweonado >:v (?
ResponderEliminarJAHUSAXAOJSA
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar:v
EliminarMi profesora de la ESO nos a pedido inventar o buscar en internet algún cuento tradicional contado por el personaje malo en este caso el lobo y aunque me vaya a costar 30 min copiar todo el cuento creo que valdrala pena para que lo escuchen todos mis compañeros e incluida mi profesora es posible que mponga un positivo gracias a ti muchísimas gracias y sigo diciendo que me a encantado esta versión y encima desde el punto de vista del malo por así decirlo ME ENCANTO !!!!
ResponderEliminarPude ver por primera vez su libro en un taller para maestros y me encantó.
ResponderEliminarMe encanto. Donde lo puedo comprar en línea?
ResponderEliminar¿Dónde puedo conseguir el libro?
ResponderEliminaresta muy bueno
ResponderEliminarMe parece muy bonito
ResponderEliminarCual es la moraleja
ResponderEliminarno todo es como nos cuentan- no debemos creer en algo, sólo porque nos contaron que así fue- toda historia, tiene como mínimo 2 versiones...
EliminarQue Buen Cuento ��
ResponderEliminarMe encantó tu versión muchos besos de Litzy Sánchez de Guatemala
ResponderEliminarMe encanta es mucho más mejor que la historia que conozco
ResponderEliminarEs mejor que la histotia que conozco :)
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarMaravillosa versión 🐺🐷🐷🐷
ResponderEliminarChica te admiro y que creatividad me encantas sigue así
ResponderEliminarle contesto al Lobo-Toma una taza de azúcar y un celular para que no te aburras-Me voy a mi casa
Ta weno me gusto
ResponderEliminarWow, los cerditos son muy groseros
ResponderEliminarsi esta si es la verdadera version
ResponderEliminarque cool el cunto feos cerditos
ResponderEliminarSi, es más divertida y que créditos tan groseros
ResponderEliminaresta super el cuento me encanto Uwu
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